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El ciberataque del pasado viernes a Colonial Pipeline, la red más importante de oleoductos de EE. UU, motivó el cese de actividad de la compañía, la declaratoria de Estado de Emergencia Regional por parte del gobierno americano y el alza de los contratos futuros de gasolina; según la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA), el precio promedio del combustible se situó ayer en 3,008 dólares, un nivel no visto en los últimos 7 años.
Por el momento el gobierno de EE.UU. ha sindicado al grupo Darkside del ataque informático y las compras por nerviosismo y el temor de los escasez de combustible se han disipado un poco después del anuncio de la compañía de su intención de reanudar su actividad en el transcurso de la semana. Sin embargo, algunos analistas ya han afirmado que es probable que los precios tengan alzas del 2% o 3%, que pueden agudizarse si Colonial Pipeline retrasa más el restablecimiento de su operación.