Según datos de Camacol, en lo que va del 2023 hasta abril, se han comercializado aproximadamente 14.142 viviendas en Bogotá y Cundinamarca, sin embargo, en el mismo periodo de 2022 la cifra era de 32.219, presentando una disminución del 56%.
En abril de 2022, a las constructoras les tomaba alrededor de 5,3 meses vender una vivienda de interés social (VIS), ahora deben esperar cerca de 16,8 meses. Para las viviendas que no son de interés social, un inmueble tomaba 11,6 meses en venderse, ahora se puede demorar hasta 21,6 meses en cerrar un negocio.
Edwin Chiriví, gerente de Camacol Bogotá y Cundinamarca, señaló que “eso nos preocupa, está tomando tres veces más en venderse y por eso tenemos que hacer todos los esfuerzos, ya sea por la financiación o por la presión que podamos hacer para garantizar más subsidios para que estos números se reviertan”,
Como consecuencia, la ralentización del sector ha llevado a las compañías constructoras a lanzar menos proyectos. Hasta abril del 2023, se han presentado al mercado 16.040 viviendas, mientras que en los mismos 4 meses del 2022 la cifra llegaba a 30.378. Además, todos los sectores (bajo, medio y alto) han tenido una reducción de lanzamientos cercana al 50%.
En cuanto al análisis de los últimos doce meses, se observa una marcada disminución en los lanzamientos de proyectos en comparación, incluso mayor que en el período de la pandemia, cuando la economía colombiana enfrentaba una gran incertidumbre.
En enero de 2021, en plena recuperación, el sector de la construcción empleaba a 223.051 personas, para enero de 2023, tan sólo fue de 160.787 personas, una reducción de 62.264 personas. Chiriví señaló que “si tenemos un segundo semestre con contracciones en los inicios de obra, los puestos de trabajo pueden fácilmente contraerse y ojalá esto no ocurra y desarrollemos acciones con el sector público y sostener nuestros volúmenes de empleos en al menos 200.000”.
