La compañía santandereana Brujilda, que inició su operación hace más de 38 años como una empresa de traperos artesanales, hoy en día luego de diversificar el portafolio de productos e ingresos se ha convertido en una empresa destacada en la elaboración artesanal de productos de cuero: entre estos se encuentran bolsos, alpargatas, monederos y joyeros.
La compañía se ha posicionado en el mercado y actualmente utiliza en su proceso de producción quince máquinas y emplea cerca de veinte personas. El número de locales que posee en el país asciende a doce, con distribución a las principales ciudades del país como Medellín, Villavicencio, Neiva y Bogotá, y los productos que más destacan de su oferta son los bolsos y zapatos de cuero.
Los insumos que utiliza la empresa son nacionales y a pesar de la competencia producto de las importaciones, que llegan en su mayoría de China, la compañía presenta resultados alentadores. A futuro existen planes por diversificar su portafolio de clientes y exportar algunos de sus productos más representativos. A pesar de la coyuntura por la que pasa algunos industriales del cuero en el país, compañías como esta muestran que las ventajas comparativas pueden ser cruciales para muchos productores a la hora de competir con los precios e insumos que llegan del exterior.