La región limítrofe con Venezuela, específicamente Norte de Santander fue duramente golpeado por el cierre de la frontera, una decisión tomada por el presidente de ese país, Nicolás Maduro, en agosto de 2015. Sin embargo, los empresarios norte santandereanos no retrocedieron y decidieron continuar con su labor, generando nuevos opciones comerciales.
La paciencia ha jugado a su favor y ahora que aparecen los primeros indicios para normalizar el comercio bilateral, los beneficios que prevén pueden ser amplios, al encontrarse con una Venezuela donde la calidad del calzado es baja y además escasea la materia prima como es el cuero y otros materiales sintéticos que se requieren en su fabricación. Lo anterior lleva a que los empresarios del vecino país miren a Cúcuta como una dispensa de este producto, sin importar el valor de la transacción, pues al final, se trata de solventar una necesidad, que si bien no es básica, se considera fundamental.
Aun así, Leonel Rodríguez Pinzón secretario de Desarrollo Económico de Norte de Santander, argumentó en la Feria del Calzado, Cuero y Marroquinería celebrada la semana pasada en ese departamento, que las expectativas de recuperar el mercado con Venezuela continúan, pero que la experiencia los ha llevado a pensar en el mercado nacional, ofreciendo calzado de todos los tipos que van desde sandalias hasta artículos de marroquinería, de buena calidad y a muy bajo costo, lo cual los hace accesibles para la población de todos los estratos.
