El sector energético de Colombia enfrenta desafíos significativos de cara a 2026, en un escenario marcado por la incertidumbre regulatoria y la necesidad de inversiones sostenidas para asegurar la confiabilidad del sistema. Aunque se han logrado avances en la diversificación de la matriz, persisten tensiones que podrían comprometer la estabilidad de los precios y la confianza de los inversionistas.
De acuerdo con un informe de proyecciones de Bancolombia, citado por el portal Valora Analitik, uno de los principales focos de preocupación es la capacidad de generación. La dependencia de la hidroelectricidad sigue siendo un factor determinante, y fenómenos como El Niño amenazan con impactar el suministro y presionar las tarifas al alza. En este contexto, el gas natural se mantiene como un pilar para la confiabilidad del sistema, pero enfrenta limitaciones por la disminución de la oferta local y la necesidad de mayores importaciones a precios más altos.
El informe advierte que la regulación juega un papel central en el desempeño del sector. Cambios en las metodologías tarifarias o en la asignación de cargos por confiabilidad generan una incertidumbre que desincentiva la inversión. Las inversiones necesarias en infraestructura de transmisión superarían los varios miles de millones de dólares en los próximos años, pero su ejecución dependerá de la confianza que ofrezca el marco normativo.
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