El alza de las tasas de inflación en el mundo está afectando a la industria farmacéutica, que venía recuperándose y ganando resiliencia frente al impacto de la pandemia de Covid-19 y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Se calcula que en Europa la inflación ya superó el 10% aumentando los costos de fabricación de los medicamentos genéricos, los cuales representan el 70% de los fármacos dispensados en los países de este continente.
La situación está llevando a que los fabricantes y distribuidores de medicamentos y productos de diagnóstico hospitalario soliciten cambios en las políticas que aprueben que las compañías de la industria puedan ajustar sus precios a la inflación, de modo que se actúe frente a la compra y se creen regulaciones que permitan incluir el criterio de seguridad del suministro. Sin embargo, esto incrementaría más los precios, especialmente en los países latinoamericanos que son importadores, los cuales tendrían mayores alzas asociadas a los fletes marítimos y otros costos de transporte.