El buen momento por el que atraviesa la floricultura en Colombia, derivado de la devaluación de la moneda nacional, ha favorecido su expansión y la ha convertido en un producto de alto aporte al PIB del sector agrícola. Esta expansión y el reconocimiento a nivel internacional, incita a la demanda interna a conocer más del producto, por esta razón los cultivadores de flores e intermediarios le están apostando a aprovechar esa curiosidad.
Al respecto se destaca que son varios las características a conocer para ganar mercado. Por un lado, el estrato de las personas influye en las exigencias, es decir, a mayor estrato socioeconómico hay mayor conocimiento sobre el tipo y la calidad de las flores. Por otro lado, el incremento de la producción interna de flores ha hecho que los precios sean más asequibles, atrayendo una demanda, antes excluida.
Como punto adicional, está el auge de variedades y los gustos de las personas. En el primer caso, se reconoce que no solo las rosas y los claveles son los que componen el sector floricultor. En relación a los gustos, las rojas llevan el primer puesto y tienen una participación del 60% dentro de la demanda. De igual forma, se reconoce que se está presentando un consumo que no necesariamente está direccionado al producto como regalo.
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