Durante los primeros nueve meses de 2021, el precio de la carne aumentó un 24,1%, y en 2023 ha registrado repuntes de hasta 22% en periodos menores a un mes, lo que ha llevado el precio del kilo a $22.000. La disminución del sacrificio de ganado vacuno en el trimestre octubre-diciembre de 2022 ha llevado a los frigoríficos a contemplar la posibilidad de detener sus operaciones, lo que podría generar desabastecimiento local.
Desde Friogan afirman que “el tema del alza de la carne nos ha impactado porque además ha bajado sustancialmente el consumo de la población y el sacrificio ha caído en 30%. La diferencia de precios que había con 2020 es alarmante, pero también tenemos otra contingencia, que la ilegalidad ha aumentado y está entre 37% a 40% de los sacrificios del país”, explicó Carlos Patiño, director ejecutivo de Friogan, en entrevista con el Diario La República.