Actualmente en la Aeronáutica Civil solo hay registrados 45 drones comerciales. Sin embargo, los colombianos han adquirido más que eso para diferentes actividades como como fotografía, videos comerciales, construcción, agricultura, seguridad, vigilancia, fumigación y fines recreativos.
La regulación básica exige registrar estos aparatos que operan con fines comerciales y cumplir con requisitos mínimos de seguridad, pero la cifra no se refleja con la existencia real. Según Édgar Fernando Quintero, presidente de la Asociación de Aeronaves Remotamente Tripuladas de Colombia, en el país “debe haber entre 15.000 y 20.000 drones, pero no tenemos forma de calcularlo con certeza porque la mayoría de estos equipos no están registrados”.
En la circular 5100-082-002 de 2015 de la Unidad Administrativa Especial de Aeronáutica Civil (UAEAC), se especifica que:
Los drones deben contar con la información sobre las características técnicas del equipo y los datos personales del operador.
Realizar una solicitud formal a la Aeronáutica Civil 15 días antes de la fecha prevista del vuelo.
Especificar el lugar donde será operado y la ruta que seguirá.
El dueño debe realizar un curso y acreditarse, para garantizar la pericia en el vuelo.
Regular a los usuarios de drones es una tarea difícil por el rápido crecimiento de la industria, que, si no se controla, representa un peligro para aeronaves en vuelo, para la seguridad de las personas o daños a propiedades. De esta necesidad nació el Proyecto de Integración de los UAS en el Espacio Aéreo Nacional, para fortalecer la seguridad en la operación de drones. Además de un proyecto de resolución que especifique licencias, sanciones, entrenamiento, solicitudes de sobrevuelo y registro.