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El pasado 12 de agosto, el Ministerio de Comercio expidió el decreto 1120, a través del cual se estableció un límite de 28.404 toneladas semestrales para la exportación de chatarra ferrosa, a través de un sistema de cupos, una restricción muy esperada por la industria, pues el alza de las exportaciones a países como Taiwan y Turquía estaba poniendo en peligro a la industria siderúrgica nacional, ya que la chatarra ferrosa constituye aproximadamente el 80% de los insumos utilizados para la producción de hierro y acero en el país.
A pesar de esto, el decreto no fue bien recibido en el gremio, pues por recomendación de las autoridades aduaneras, se incluyó también un máximo de 38.675 toneladas para la exportación de chatarra no ferrosa, como cobre, aluminio y plomo, con el objetivo de evitar que se exportara chatarra ferrosa haciéndola pasar por no ferrosa; luego de varias conversaciones entre el gobierno y la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje de Colombia (Anirec), donde esta argumentó, entre otros, que no es lógico declarar una exportación de hierro como si fuera cobre (pues el segundo cuesta cuarenta veces más), el Ministerio de Comercio decidió iniciar la gestión para modificar el decreto y eliminar la restricción de la chatarra no ferrosa.
