Los precios del aluminio y el acero en Estados Unidos han experimentado un notable incremento tras el anuncio de Donald Trump de duplicar los aranceles sobre estos metales, generando preocupación en diversos sectores económicos. Los futuros que reflejan los costos que enfrentan los fabricantes estadounidenses para adquirir aluminio subieron un 54,0%, alcanzando su nivel más alto desde 2013.
Según Bloomberg Línea, este aumento podría implicar que los compradores estadounidenses paguen cerca de un 50,0% más por el aluminio en comparación con sus competidores internacionales. Específicamente, el aluminio utilizado en diversos productos en la región del Medio Oeste se cotizó con una prima de 58 centavos por libra.
Si bien la administración Trump busca proteger las fábricas nacionales y estimular la producción a través de estas medidas, existen inquietudes sobre el encarecimiento de los materiales de construcción. Adicionalmente, más del 80,0% del aluminio consumido en EE. UU. es importado, a diferencia del acero, cuya importación es inferior al 20,0%. Analistas sugieren que estos aranceles podrían traducirse en un costo adcional para los consumidores, dado que la capacidad de producción interna de ambos metales en Estados Unidos es insuficiente.
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