El crecimiento de las economías más importantes y el incremento en los niveles de empleo han jalonado la demanda de este sector, ya que, se ha visto una recuperación, no solo en términos financieros, sino también en tráfico de pasajeros, lo cual se prevé que continúe para el próximo año.
Se espera, además, un déficit colectivo de US$9,7 millones, pues las vacaciones del presente año no lograron compensar las pérdidas registradas por el auge de la variante ómicron que se dio a inicios del 2022.
Por ahora, la principal preocupación del sector se relaciona con las crecientes limitaciones a vuelos y aeropuertos que están imponiendo economías como China, Reino Unido y Países Bajos, pues, en primer lugar, los mercados asiáticos todavía dependen, en gran medida, del enfoque con el que China decida sortear el repunte del coronavirus. Mientras que la recuperación del segmento en Reino Unido se está viendo frenada por consecuencias generadas por el Brexit y por el lento aumento de los vuelos. Finalmente, los Países Bajos están limitando la cantidad de vuelos, debido a una propuesta medioambiental.