Días complicados han vivido los productores de leche en el país a razón de la falta de la productividad en el sector, el azote de los fenómenos climáticos y otros aspectos de orden administrativo, como el ajuste del precio del litro de leche pagado al productor primario por parte de los intermediarios y la disputa que tienen el gobierno nacional y el que hasta hace poco representaba en conjunto el gremio ganadero de Colombia, Fedegan. En medio de la situación aparecen factores que benefician y crean buenas expectativas para el sector: inversiones en procesos de transformación y avances tecnológicos en el proceso reproductivo.
Con lo dispuesto por el gobierno nacional y otras instituciones intermedias, como el Fondo Emprender que cuenta con 75 mil millones de pesos para invertir en diversos proyectos del país, surge la idea de posicionar el queso en el departamento del Caquetá, una región destacada por la calidad de la leche. La estrategia denominada Queso Caquetá cuenta con el apoyo del Sena y la Superintendencia de Industria y Comercio, SIC, quien asigno la denominación de origen protegida en noviembre del 2011, ahora se busca afianzar el posicionamiento del producto y la participación directa del productor primario.
En el campo tecnológico, un tema que marca la diferencia es el semen sexado, una forma de garantizar que las vacas en el parto den por cría una hembra y no un macho, o viceversa, según sean las necesidades del ganadero. Esta estrategia se encuentra bien adelantada en Argentina, Estados Unidos y Brasil, en Colombia apenas se avanza en el proceso de absorción, que sirve para incrementar la productividad de los rebaños, además de permitir una selección más alta por la cantidad de hembras jóvenes (novillonas) que se presentan. Expertos en el tema, argumentan que la implementación del semen sexado, requiere de cuatro aspectos fundamentales:
Un buen programa de inseminación artificial
Un sistema adecuado de sanidad
Excelente nutrición y
Excelente sistema físico, técnico y humano en el manejo de los rebaños y zonas de hábitat