La Agencia Nacional de Minería (ANM), la Sociedad de Activos Especiales (SAE) y el Ministerio de Minas y Energía firmaron un memorando de entendimiento administrativo para la conformación de una empresa minera con sociedades que actualmente son administradas por la SAE. Según Irene Vélez, ministra de Minas y Energía, “el objetivo de esta sociedad será democratizar el sector minero y garantizar unos primeros pasos para la minería desde la economía popular”.
De acuerdo con Daniel Rojas, presidente de la SAE, “seguimos cumpliendo el mandato popular y la instrucción del presidente de poner los activos que una vez pertenecieron a las economías ilegales al servicio de un nuevo modelo productivo”. Este nuevo activo de carácter público será conformado por once empresas a las que su patrimonio en conjunto les suma $47.000 millones. La ANM se encargará de que las juntas directivas estén compuestas por personas idóneas.
De las once empresas, dos son comercializadoras, quienes comprarán directamente el oro a los productores en caso de que no usen mercurio ni cianuro en su proceso, y con el fin de formalizar el sector, los mineros deberán demostrar la procedencia del producto.
De este proceso se observan tres oportunidades. La primera es vender a los mercados internacionales como el oro verde, permitiendo comercializar hasta el 35% por encima de su precio en bolsa. La otra opción es que el Banco de la República compre el oro, ofreciendo precios entre 5% y 10% por debajo del valor internacional, así los productores serían más competitivos. Por último, se podría crear una industria nacional de joyería. De acuerdo con Irene Vélez, “de esta forma queremos generar una nueva forma de ordenamiento minero. Por un lado, desde la demanda generamos incentivos a producto cuya procedencia sea clara y limpia; eso garantiza un incentivo para los mineros artesanales de pequeña escala que producen oro con cianuro y mercurio para que transiten a esta minería limpia. Por otro lado, desde la oferta nos permiten darle un valor agregado a la minería para pasar de un modelo extractivista a uno productivo”.