El más reciente informe de Campetrol sobre la actividad de taladros y producción ha generado preocupación en la industria petrolera y en la economía nacional. Según el reporte, la actividad de los taladros petroleros ha alcanzado su nivel más bajo desde junio de 2021, con solo 110 taladros activos en enero, de los cuales 35 son de perforación y 75 de reacondicionamiento. Esta cifra representa una disminución del 26,2% en comparación con el mismo mes del año anterior.
Esta situación ha activado las alarmas entre los expertos, quienes señalan serias implicaciones en la economía si esta tendencia persiste. Julio César Vera, presidente de Xua Energy, advierte que la disminución en la actividad de los taladros podría resultar en la pérdida de más de 4.000 empleos, entre directos e indirectos, además de impactar negativamente en la compra y venta de bienes y servicios locales, los ingresos tributarios y las regalías para las regiones.
¿A qué se debe esta reducción en la actividad? Los analistas apuntan a varios factores, entre ellos, la caída en la actividad de perforación de pozos de desarrollo y exploración, la pérdida de confianza en el sector petrolero y las políticas gubernamentales que desincentivan la producción nacional de hidrocarburos.
Para Camila Orbegozo, directora de análisis sectorial y sostenibilidad de Corficolombiana, esta disminución refleja la falta de nuevos proyectos o pozos explotados en el país, en consonancia con las medidas gubernamentales. Por otro lado, Sergio Cabrales, analista y docente de la Universidad de Los Andes, destaca la menor inversión en trabajos de pozos destinados a aumentar la producción y la reducción en la perforación de nuevos pozos exploratorios.
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