La coyuntura petrolera actual es altamente preocupante para la economía nacional e internacional. El precio del petróleo ha afectado significativamente a muchas empresas dentro de la industria, pero las refinerías han utilizado la estrategia del “crack spread” para amortiguar los efectos de los precios en sus utilidades e incluso, en muchos casos, obtener altos beneficios.
¿Qué es el “Crack Spread”?
El mercado mundial no consume petróleo en su forma cruda; es necesario refinarlo. Las refinerías realizan este proceso, produciendo diversos derivados del petróleo como gasolina, diésel y fuel oil. La diferencia de precios entre el crudo y el producto final es lo que se conoce como “crack spread”, un margen de refinería que puede llevar a estas empresas a obtener mayores utilidades.
El modelo clásico de refinación de crudo WTI más conocido es el 3:2:1 crack spread. En este modelo, se producen dos barriles de gasolina y uno de diésel por cada tres de petróleo. Dado que los precios de la gasolina y del diésel se expresan en galones por dólar, y considerando que cada barril tiene una capacidad de 42 galones, se puede calcular el crack spread para determinar la rentabilidad del proceso de refinación.
Estrategia del “Crack Spread” en la Coyuntura Actual
Dada la coyuntura actual con el precio del petróleo, el margen de utilidad al realizar este proceso es alto. Con el valor del crudo en sus niveles más bajos de los últimos seis años y la constante demanda de los consumidores finales, se presenta un alto crack spread a nivel mundial. Las condiciones de mercado actuales permiten que las refinerías amplíen sus márgenes mediante coberturas financieras, maximizando así sus ganancias.
La estrategia financiera del crack spread parte de que las empresas refinadoras adquieren posiciones largas en contratos de futuros de petróleo, comprando una cantidad de barriles que se entregarán en un tiempo próximo, pero pagando a precio actual. Esto les permite evitar costear un mayor valor en caso de que el precio del crudo aumente. Además, las refinadoras complementan su maniobra con una cobertura corta sobre los derivados del petróleo, vendiendo sus productos listos para el consumo final a precio actual y entregándolos en una fecha futura. Así, logran obtener un mayor precio ante una posible caída en el valor de dichos derivados.
Beneficios de la Estrategia
Con esta estrategia y el alto margen de crack spread presente en la coyuntura actual, grandes empresas exploradoras y extractoras de petróleo están adquiriendo sus propias refinerías. Esto les permite controlar toda la cadena de producción, obteniendo grandes beneficios, ya que el precio que deberían pagar por el petróleo se convierte en su costo de extracción. Este enfoque les permite obtener un margen de utilidad mayor, contrarrestando las pérdidas ocasionadas por el bajo precio del petróleo y encontrando un refugio rentable para sobrevivir esta dura etapa económica.
El “crack spread” es una herramienta crucial en la actual crisis petrolera, permitiendo a las refinerías y a las empresas petroleras maximizar sus utilidades mediante estrategias financieras inteligentes. Al adoptar esta estrategia, estas empresas pueden mitigar los impactos negativos de los precios bajos del petróleo y asegurar su rentabilidad a largo plazo.