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La Comisión Europea le impuso una multa al gigante Google el pasado 20 de marzo por abusar del dominio del mercado de publicidad en línea por medio de su servicio AdSense for Search. Como resultado, la compañía deberá pagar $1.490 millones de euros.
En una rueda de prensa, la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, dijo que “Google ha consolidado su dominio en los anuncios de búsqueda en línea y se ha protegido de la presión de sus rivales al imponer restricciones contractuales anticompetitivas en páginas web de terceros. Esto es ilegal bajo las normas antimonopolio de la UE”.
Desde 2006, la compañía había incluido cláusulas de exclusividad en sus contratos, con los cuales le prohibía al sitio web situar anuncios de búsqueda de competidores en el resultado de las búsquedas. En 2009, se reemplazaron las cláusulas que con las cuales “pedían a las páginas web una aprobación por escrito de Google antes de hacer ningún cambio en la manera en que se mostraba cualquier anuncio de un rival”.
Esto implica que Google llevaba más de diez años controlando el rendimiento de los anuncios de sus competidores, cuya estrategia fue nombrada de “exclusividad relajada”.