El envejecimiento de la población podría generar costos a las economías emergentes equivalentes al 16,0 % de su Producto Interno Bruto (PIB) para el año 2100, debido al aumento proyectado en el gasto público en salud y pensiones. Esta transformación demográfica impactará también el mercado laboral, la vivienda y los patrones de consumo.
Según el diario La República, para 2050 el gasto en estos rubros podría alcanzar el 10,0 % del PIB, y para 2025 representa cerca del 8,0 %. Organismos como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) consideran este fenómeno como uno de los desafíos más significativos para el crecimiento económico y la estabilidad fiscal en el siglo XXI.
En Colombia, el proceso ha sido más acelerado que en otros países, en parte por el descenso de la fecundidad y la llegada de población migrante. Las proyecciones indican que la población mayor de 75 años pasará de representar el 4,0 % del total en 2025 al 16,0 % en menos de cinco décadas, mientras que los jóvenes de 15 a 29 años pasarán del 24,0 % a solo el 15,0 % en 2070. Este cambio estructural presenta retos para sectores como la educación básica y el comercio minorista, que dependen de la población joven, pero abre oportunidades para segmentos orientados a las personas mayores, como la salud, los seguros y la vivienda adaptada.
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