La ponencia para el tercer debate, presentada el 5 de marzo, introduce cambios significativos en el proyecto de ley de salud en Colombia. Estos cambios afectan aspectos clave del sistema de salud colombiano y plantean nuevas consideraciones y riesgos de acuerdo con Ramón Abel Castaño, PhD en política y salud pública.
En primer lugar, se modifica el sistema de compra abierta, introduciendo convenios de desempeño en lugar de contratos de adhesión. Esta modificación busca reducir los riesgos asociados al modelo anterior y mejorar la calidad y eficiencia en la prestación de servicios de salud.
El papel de las Gestoras de Salud y Vida (GSV) también se ve afectado, ya que se les otorga un papel como parte contratante en los convenios de desempeño. Sin embargo, persisten dudas sobre su capacidad real para gestionar el acceso a los servicios de salud y ejercer control sobre el sistema.
Además, se observa un fortalecimiento de la red pública de salud, con un aumento en los subsidios de oferta y un mayor poder de los entes territoriales en la conformación de las Redes Integradas de Servicios de Salud (RIISS). Sin embargo, este fortalecimiento podría debilitar a los prestadores privados, cuyos presupuestos podrían reducirse gradualmente.
Por último, los cambios propuestos amenazan la continuidad y eficacia de los programas especializados al introducir una lógica territorial en su gestión. Lo anterior implica un retroceso en la coordinación y el diseño de estos programas, que deben ser guiados por las necesidades de las poblaciones atendidas y no por criterios geográficos.
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