El presidente Gustavo Petro ha ordenado la implementación de un modelo de salud preventivo, impactando al 20% de la población afiliada al sistema de salud actual, comenzando con la Nueva EPS y extendiéndose a otras entidades de salud. Este enfoque, supervisado por la Superintendencia Nacional de Salud, busca fortalecer las capacidades existentes en las EPS estatales para priorizar la prevención sobre la curación, según el periódico El Universal.
Expertos como Paul Rodríguez y Enrique Peñaloza destacan la expansión de brigadas extramurales y el enfoque en la detección temprana de casos como elementos clave del modelo. Sin embargo, persisten interrogantes sobre su financiamiento y su impacto en la atención de otras necesidades de salud. La implementación de este modelo en las EPS podría no alterar significativamente la vida de los ciudadanos fuera de las áreas de aplicación.
El enfoque en la prevención plantea desafíos financieros, ya que las acciones colectivas e individuales requieren recursos de diferentes fuentes, lo que dificulta la integración efectiva de los fondos. Además, se enfrenta a la escasez de profesionales de la salud y a la necesidad de inyectar recursos estatales para financiar la expansión de centros de salud y brigadas en todo el país. Aunque este enfoque se alinea con ideales de atención primaria en salud, su implementación efectiva requiere abordar estos desafíos de manera integral.
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