Las recientes protestas contra el alza del ACPM han generado afectaciones en varias regiones de Colombia, especialmente en Santander, Nariño, Meta, Cundinamarca y Bogotá. Desde el viernes pasado, los transportadores de carga han bloqueado varias vías principales en estos departamentos, lo que ha impactado gravemente diversas actividades económicas y sociales.
En el sector ganadero, los bloqueos han paralizado el sacrificio de bovinos y la comercialización de leche cruda, particularmente en los Llanos Orientales y el Magdalena Medio. Óscar Cubillos, director de Estudios Económicos de Fedegán, señaló en el diario El Tiempo que las pérdidas diarias para la industria cárnica alcanzan los $7.500 millones de pesos, mientras que la recolección de leche en la sabana de Bogotá también se ha visto comprometida, con pérdidas estimadas entre $2.300 y $2.400 millones de pesos diarios.
El comercio exterior no ha sido ajeno a estas repercusiones. La Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex) estima que, debido a los bloqueos, el país podría estar perdiendo hasta 300 millones de dólares diarios. Las principales rutas de exportación han registrado un incremento cercano al 8% en sus costos, lo que complica aún más la situación para exportadores e importadores.
Además, en Bogotá, el comercio local ha experimentado una caída de hasta el 80% en las ventas debido a las restricciones en las vías. Según Juan Esteban Orrego, director ejecutivo de Fenalco Bogotá y Cundinamarca, aunque no se apoya el incremento en los costos del diésel, tampoco se justifica el uso de bloqueos que perjudican a la ciudadanía y la economía.