En una entrevista con el diario El Nuevo Siglo, Germán Palacio, gerente de Fedepapa, compartió un análisis del desempeño del sector de los agricultores de papa en el 2023. Aunque los precios se mantuvieron competitivos para productores, hogares e industria, la caída del consumo se presenta como una preocupación clave. A pesar de inconvenientes iniciales por altos costos de productos importados, que se estabilizaron con el tiempo, el sector enfrentó un año retador.
Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, describió el año como agridulce. Aunque los costos de insumos y fertilizantes bajaron, no se reflejó en el poder adquisitivo de los productores. Las cifras de Fedepapa y el DANE indican una caída del precio de la papa superior al 7%, impactando los ingresos de los agricultores.
Alexander Espinoza, vicepresidente de la Asociación de Productores Agropecuarios de San José del Gacal, señaló que el año no fue positivo para los productores de papa debido a la sobreproducción a nivel nacional, a pesar de precios relativamente elevados. La situación se complicó con sobrecostos del 80% por factores como la pandemia y conflictos en Ucrania.
A pesar de los desafíos, Fedepapa destacó la producción de aproximadamente 2,57 millones de toneladas de papa, suficiente para el consumo interno. Las heladas fueron una variable preocupante, y aunque no causaron grandes afectaciones, representan una amenaza constante para los cultivos a cielo abierto.
Las importaciones de papa francesa disminuyeron a 75.000 toneladas en 2023, comparadas con las 110.000 toneladas en 2022, según Fedepapa. Sin embargo, Asopsag cuestionó la situación, destacando que Colombia sigue importando más de lo que exporta.
En cuanto a proyecciones, Fedepapa trabaja en aumentar el consumo de papa en Colombia, que actualmente está en aproximadamente 36 kilos per cápita, comparado con más de 90 kilos en Perú y 60 en Ecuador. Además, buscan impulsar el uso de semillas certificadas y explorar nuevos mercados internacionales, como el venezolano.
La incertidumbre persiste para los productores, con la esperanza de mejoras en los costos de producción, pero la amenaza del fenómeno de El Niño y otros desafíos económicos y climáticos plantean un año atípico para el sector de la papa en Colombia.
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