A partir del próximo 7 de julio, en el país se dejarán de producir ciertos plásticos de un sólo uso, como los copitos, pitillos, bolsas de punto de pago, rollos de pre-corte para frutas o verduras, y palitos para globos. Esta medida, establecida por la Ley 2232 de 2022, busca reducir el impacto ambiental de estos productos. Sin embargo, la ley contempla tres excepciones que permiten a la industria del plástico reinventarse y cambiar sus métodos de producción.
Eduardo Chahin, gerente de Plásticos Mónaco, en una entrevista con Caracol Radio comentó que, desde la promulgación de la ley en 2022, la industria ha comenzado a adaptarse. Una de las alternativas es el uso de material reciclado postconsumo. La segunda es la producción de materiales biodegradables con estudios de ciclo de vida que demuestren su favorabilidad para el medio ambiente.
A pesar de estos esfuerzos, Chahin expresa su preocupación por el impacto económico de la ley. “Nos preocupa que más de 100 mil empleos se puedan perder. Hemos invertido para adaptar nuestros materiales a las excepciones de la ley. Sin embargo, hemos recibido mala información del Gobierno Nacional, lo que preocupa a nuestros clientes”, puntualizó.
Chahin también advirtió sobre la posible quiebra de muchas empresas. Algunas podrían acogerse a la Ley 1116, mientras que otras podrían liquidarse o cerrar sus puertas. “Los primeros artículos que salen del mercado los producen al menos 450 empresas. En los próximos seis años, otras empresas enfrentarán prohibiciones similares”, señaló.
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