La industria del gaming en Latinoamérica está viendo un crecimiento significativo, estableciéndose como una región líder en este mercado en expansión. De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la región alberga a más de 250 millones de jugadores, destacando su papel fundamental en el crecimiento de este sector y en el mayor consumo de dispositivos tecnológicos.
En Colombia, las estadísticas también reflejan este crecimiento. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), alrededor del 60,0% de los colombianos interactúa con videojuegos en sus diversos formatos, ya sea mediante consolas o transmisiones de streaming (transmisión de videos en vivo).
Según MSI, una empresa de computadoras con enfoque en la línea gamer, en Colombia hay más de 10 millones de jugadores activos, lo que coloca al país como uno de los mercados más influyentes para los videojuegos en América Latina. A su vez, este estilo de vida tiene un impacto positivo en la industria del hardware y software, puesto que tanto los jugadores, como los que realizan streaming, han impulsado las ventas de dispositivos tecnológicos de alta calidad, para una mejor experiencia con el juego. Asimismo, muchos jugadores están realizando contenido para redes sociales, lo que ha generado mayor demanda de equipos especializados e implementos.
El aumento en la demanda de hardware de alta gama y experiencias de juego inmersivas ha fomentado este crecimiento, posicionando a Colombia como un centro emergente para los eSports (deportes electrónicos) y la innovación en gaming (videojuegos). Según Tiendanube, el mercado gamer en Colombia ha experimentado un incremento de $450 millones de dólares en lo que va del 2024.
En Colombia, el precio promedio de un portátil gamer varía entre COP $2’800.000 y COP $3’500.000, representando el 47% de las compras de este año en ese rango de precios. Estos equipos están diseñados para ofrecer un alto rendimiento.
Asismimo, las regiones con mayor demanda de portátiles gamers son encabezadas por el Pacífico, con ciudades como Cali, Buenaventura y Pasto destacando por su alto consumo. Cundinamarca ocupa el segundo lugar, y Villavicencio sigue en tercer lugar. Este escenario muestra la variedad geográfica y demográfica del mercado de gamers en el país.
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