El impacto de la inflación en Colombia ha llevado a los hogares a reorganizar sus prioridades de gasto, concentrando sus recursos en bienes de primera necesidad como alimentos y salud, mientras reducen el consumo de otros servicios como viajes.
De acuerdo con el diario El Nuevo Siglo, En 2024, la compra de bienes esenciales tuvo un repunte del 11,7%, luego de haber permanecido estable el año anterior. Por el contrario, el gasto en productos no esenciales disminuyó en un 16,6%, evidenciando un cambio en las prioridades de consumo. Esta situación responde a la presión inflacionaria que afecta el poder adquisitivo y obliga a los consumidores a ajustar sus hábitos de consumo.
Expertos advierten que esta reestructuración del gasto podría impactar otros sectores de la economía, especialmente el comercio y los servicios no esenciales. A pesar de la moderación en la inflación en los últimos meses, el alto costo de vida sigue siendo un desafío para los hogares colombianos, que buscan alternativas para mantener su estabilidad financiera.
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