El aumento de microplásticos en el medio ambiente está generando una crisis silenciosa que podría afectar la producción mundial de alimentos. Estudios recientes advierten que estas partículas contaminantes no solo están presentes en los océanos, sino que también afectan los suelos agrícolas, comprometiendo la fotosíntesis de las plantas y reduciéndola entre un 7,0% y un 12,0% además de afectar la calidad de los cultivos.
Según Portal News, la acumulación de microplásticos en los ecosistemas agrícolas interfiere en la absorción de nutrientes por parte de las plantas y altera la actividad de microorganismos esenciales para la fertilidad del suelo. Esto podría reducir la productividad agrícola y, a largo plazo, impactar la seguridad alimentaria global, ocasionando pérdidas anuales a los agricultores de entre 4,0% y 13,5%. Además, la presencia de estas partículas en los alimentos representa un riesgo para la salud humana.
Expertos advierten que, si no se toman medidas para controlar la contaminación por plásticos y no se gestionan de manera adecuada los residuos, el problema seguirá agravándose, afectando la sostenibilidad de la producción agrícola. La reducción del uso de plásticos de un solo uso y el desarrollo de estrategias para su correcta gestión son claves para mitigar el impacto de esta problemática en la seguridad alimentaria.
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