La deflación es el proceso opuesto a la inflación y se refiere a una caída generalizada y prolongada en los precios de bienes y servicios. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), para que un país sea considerado en deflación, esta caída debe mantenerse por al menos dos semestres consecutivos.
Causas y efectos de la deflación
En general, la deflación se origina por una disminución en la demanda, lo que desincentiva el consumo y puede derivar en una desaceleración económica. Cuando las personas reducen sus compras esperando precios aún más bajos, las empresas se ven obligadas a reducir sus precios para incentivar las ventas. Esto afecta sus ingresos y las lleva a recortar costos, lo que generalmente resulta en despidos y menor circulación de dinero en la economía.
La deflación genera un círculo vicioso: la reducción en los ingresos y el desempleo disminuyen aún más la demanda, lo que provoca nuevas caídas en los precios. Este fenómeno puede tener dos causas principales:
- Demanda insuficiente: Como ocurrió en la Gran Depresión de 1929, cuando el colapso bursátil y la crisis financiera llevaron a una fuerte contracción del consumo, reduciendo el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en un 24% entre 1929 y 1933.
- Exceso de oferta: Se presenta cuando las empresas producen más de lo que el mercado puede absorber. Un caso emblemático se dio en la década de los 90, cuando la expansión industrial superó la demanda real, generando una presión a la baja en los precios.
Cuando la deflación se mantiene y está acompañada de una reducción persistente en la actividad económica, puede derivar en una recesión prolongada.
¿Existe riesgo de deflación en Colombia?
A nivel global, el temor a la deflación ha aumentado en los últimos años. Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo, ha advertido sobre la posibilidad de que esta situación se materialice en algunas economías. De igual forma, bancos centrales como los de Japón y Estados Unidos han manifestado preocupaciones similares.
En Colombia, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reveló que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación negativa en junio, situándose por primera vez desde 2013 por debajo de la meta establecida por el Banco de la República (2%-4%). Además, en julio la inflación mensual fue del 0%, una cifra que no se registraba desde 2005.
Sin embargo, los analistas indican que aún es prematuro hablar de deflación, ya que las recientes caídas en los precios pueden estar influenciadas por factores temporales, como las medidas del gobierno frente a arriendos, servicios públicos y días sin IVA. Para que la deflación sea una realidad, se requiere que este fenómeno se mantenga de manera sostenida por al menos un año.
Perspectivas económicas y escenarios futuros
Los expertos coinciden en que, aunque existe el riesgo de deflación, la reactivación económica podría revertir la tendencia a la baja en los precios. No obstante, si ocurriera un nuevo choque en la oferta y la demanda, como un rebrote de contagios que obligue a extender restricciones, el panorama podría cambiar.
El comportamiento de los precios en los próximos meses dependerá del manejo que los gobiernos y bancos centrales den a la situación, asegurando políticas monetarias y fiscales adecuadas para estabilizar la economía y evitar un escenario de deflación prolongada.