- La ley 1857 de 2017 estableció un marco regulatorio para la implementación del Día de la Familia, fundamentado en la proclamación hecha por la ONU
- La ley 2102 de 2021 modificó la jornada laboral y con ella el Día de la Familia pasando de obligatorio a algo que solo concederían algunas empresas
- Estos cambios podrían generar, por un lado, que las empresas reduzcan costos, al igual que cambios a los trabajadores con respecto a sus derechos
El Día de la Familia tiene sus raíces en una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que en 1993 proclamó el 15 de mayo como el Día Internacional de las Familias. El objetivo de esta fecha es generar conciencia sobre la importancia de la familia en la sociedad y fomentar políticas que respalden su desarrollo.
Colombia adoptó esta iniciativa con la Ley 1857 de 2017, la cual estableció que todos los empleadores debían garantizar a sus trabajadores una jornada semestral remunerada para compartir con sus familias. Esta ley buscaba reconocer el papel fundamental de la familia en la vida de los ciudadanos y mejorar el equilibrio entre la vida laboral y personal.
La implementación de la Ley 1857 de 2017, no fue uniforme en todas las empresas, y con el tiempo se hicieron modificaciones que afectaron este beneficio. En 2021, con la aprobación de la Ley 2101, se inició un proceso de reducción de la jornada laboral en Colombia, lo que impactó directamente la continuidad del Día de la Familia.
La Ley 2101 de 2021 establece una disminución progresiva de la jornada laboral de 48 a 42 horas semanales, sin reducción salarial, distribuyéndose de la siguiente manera:
- Desde julio de 2023, la jornada pasó a 47 horas semanales.
- En julio de 2024, se reducirá a 46 horas.
- Para julio de 2025, disminuirá a 44 horas.
- Finalmente, en julio de 2026, se alcanzarán las 42 horas semanales.
El Artículo 6 de esta ley señala que una vez se llegue a las 42 horas semanales, los empleadores quedarán exonerados de otorgar el Día de la Familia. En otras palabras, cuando la jornada laboral en una empresa se reduzca al nivel mínimo establecido, el beneficio desaparecerá por completo.
Durante este período de transición, las empresas pueden optar por aplicar la reducción de jornada de manera gradual o inmediata:
- Si una empresa adopta de inmediato la jornada de 42 horas, ya no estará obligada a conceder el Día de la Familia.
- Si la reducción es progresiva, el beneficio seguirá vigente hasta alcanzar las 42 horas semanales.
Implicaciones de la eliminación del Día de la Familia
La desaparición de este beneficio ha generado opiniones divididas entre empleadores y trabajadores. Por un lado, algunos argumentan que la reducción de la jornada laboral compensa la eliminación del Día de la Familia, ya que otorga a los empleados más tiempo semanal para compartir con sus seres queridos.
Por otro lado, hay quienes consideran que este cambio representa una pérdida significativa, pues el Día de la Familia permitía que los trabajadores tuvieran un día exclusivo para convivir con sus familias sin preocupaciones laborales. Además, algunas empresas habían institucionalizado este día como una oportunidad para realizar actividades recreativas, fortaleciendo el sentido de pertenencia y bienestar entre sus colaboradores.
En términos empresariales, la eliminación del Día de la Familia puede traducirse en menos costos operativos para algunas compañías, especialmente aquellas que debían organizar actividades específicas para cumplir con la ley. Sin embargo, para otras empresas que ya habían incorporado este día en su cultura organizacional, la pérdida del beneficio podría afectar la moral y la motivación de sus empleados.
El Día de la Familia en Colombia fue una iniciativa que buscaba reforzar la importancia de la vida familiar en la dinámica laboral. Sin embargo, con los cambios en la normativa laboral, su eliminación parece inevitable. La transición hacia una jornada de 42 horas semanales plantea un nuevo modelo en el que el equilibrio entre la vida personal y profesional dependerá de una mejor gestión del tiempo por parte de los trabajadores y empleadores.
A medida que se implementen estos cambios, será clave evaluar cómo afectan el bienestar de los empleados y si la reducción de la jornada laboral realmente logra suplir la necesidad de espacios específicos para la convivencia familiar. Aunque el Día de la Familia desaparecerá, el debate sobre la conciliación entre la vida laboral y personal en Colombia seguirá vigente en los próximos años.