Aunque la recuperación ha sido lenta, el sector mostró señales de reactivación durante 2024, impulsado principalmente por las compras de temporada en el último trimestre del año. En 2025, pese al repunte de la inflación en los primeros meses, el gasto de los hogares en moda parece mantener una tendencia positiva, aunque esto no se refleje completamente en las ventas debido a la competencia con el contrabando y el mercado internacional.
Por su parte, las exportaciones cerraron 2024 con cifras negativas, aunque la caída fue menor frente a años anteriores. En cuanto a las importaciones, las de textiles tuvieron un fuerte aumento, en parte por la demanda de materias primas para la producción, la cual ha mostrado una leve mejora en lo corrido de 2025.
El sector sigue enfrentando grandes desafíos para consolidar su recuperación, lo que ha generado un aumento en el endeudamiento y en la cartera insolvente. Aun así, parece encontrar oportunidades dentro del complejo panorama internacional.