De acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (UNOOSA), en la actualidad hay 16.339 satélites artificiales, de los cuales más de 11.000 se encuentran en funcionamiento y cumplen con tareas diversas, las cuales suelen estar relacionadas con la investigación científica y militar, servicios de internet y comunicaciones, navegación, meteorología, entre otros.
El satélite Planck, por ejemplo, fue el que permitió que se pudiera calcular la edad del universo; el GPS, por su parte, ha sido fundamental para el desarrollo de los sistemas de ubicación geográfica, junto con la red satelital de Galileo y GLONASS; los satélites Starlink de SpaceX están enfocados en los servicios de internet de alta velocidad y la lista podría continuar (Más Allá de los Billonarios en el Espacio (Video y Podcast)), ya que el avance tecnológico). A su vez, la reducción reciente de los costos de lanzamiento de un satélite ha multiplicado el número de estos en órbita y ha permitido darles nuevos usos en diferentes industrias económicas.
Actualmente, los usos más conocidos de la tecnología satelital son los que tienen relación con el internet, las telecomunicaciones y la telefonía móvil, principalmente, porque gran parte de las personas son usuarios frecuentes u ocasionales de estos servicios. En Colombia, y otros países de la región, el internet satelital ha mostrado su potencial para reducir las brechas digitales, permitiendo el acceso a comunicaciones en las zonas más apartadas. Además, gracias a avances tecnológicos como los satélites de órbita terrestre baja (LEO) y los satélites pequeños (SmallSats), se están reduciendo las limitaciones que tenían estás tecnologías frente a la inconsistencia y lentitud del internet, las restricciones en el uso de datos y los altos costos de acceso, entre otros. (Mapa de Cobertura Telecomunicaciones en Colombia (Infografía))
Aunque los avances más recientes están ligados al sector de las comunicaciones, estas innovaciones pueden beneficiar muchas actividades económicas. Los mismos gobiernos, que en un principio buscaron el uso militar de estas tecnologías, sobre todo por el contexto en que estas surgieron, en medio de la guerra espacial entre Rusia y Estados Unidos, han empezado a considerar muchas otras funciones.
En el caso colombiano, por ejemplo, la Agencia Espacial lanzó en 2021 el programa Green Sat que busca hacer seguimiento a través de satélites a diferentes problemáticas del país como: la calidad del aire, la salud pública, la deforestación, fuentes hídricas, el desarrollo agrícola, la seguridad nacional, los cultivos ilícitos, la minería ilegal, el monitoreo del clima, la planeación urbana, la logística y el catastro multipropósito.
Lo anterior se logra principalmente con la tecnología satelital de observación, que en otros países ya ha sido usada exitosamente en el sector agrícola para identificar las zonas aptas para la producción, anticipar variaciones climáticas, gestionar el uso del agua y los sistemas de riego, a través de satélites de observación y aplicaciones como Google Earth, que también pueden ser utilizados para la vigilancia de los bosques y otras áreas de protección especial, así como para el seguimiento a incendios forestales y otras catástrofes naturales.
Por su parte, los satélites de navegación han resultado muy útiles en el sector manufacturero y logístico, de la mano del internet de las cosas (IoT) han permitido la creación de herramientas comerciales de monitoreo y administración automatizada de operaciones y equipo. Asimismo, el desarrollo de la robótica y los sistemas autónomos aplicados a la tecnología satelital está permitiendo el logro de tareas más complejas y eficientes, a la vez que abre un ramillete de posibilidades para nuevas innovaciones en diferentes campos de la investigación científica.
La telefonía móvil satelital, también es un campo que no se queda atrás en términos de avance y apertura de nuevas posibilidades, sus desarrollos recientes permiten anticipar que en pocos años se presente el acceso rápido y seguro a sistemas de comunicación en las áreas más remotas de la tierra y también en el espacio exterior, superando la dependencia a las redes terrestres de comunicación. También se ha identificado que junto con otras tecnologías como la 5G y la navegación en la nube, los satélites enfocados en las comunicaciones podrán aportar servicios más seguros y costo eficientes (Las Generaciones de la Telefonía Móvil (Infografía))
En conclusión, los amplios usos de la tecnología satelital seguirán expandiéndose y serán cada vez más accesibles a las personas y empresas, lo que a su vez permitirá la creación de nuevas tareas a solucionar y de herramientas cada vez más sofisticadas, como está sucediendo con la invención de satélites de alto rendimiento (HTS), con los satélites LEO y con los SmallSats y su uso integrado en redes y su adecuación con otras tecnologías como la inteligencia artificial, el blockchain, la navegación en la nube, las redes 5G, la computación cuántica, entre otras.
