La organización humanitaria Oxfam Advirtió sobre la creciente desigualdad mundial, al indicar que las 62 personas más adineradas del planeta tienen tanta riqueza como la mitad de la población de escasos recursos, unas 3.600 millones de personas.
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Casi la mitad de estos 62 superricos son estadounidenses, 17 son europeos y el resto son de China, Brasil, México, Japón, Arabia Saudita y otros países. El capital se sigue concentrando en menos manos. Según Oxfam, la riqueza de los 62 multimillonarios ha crecido el 4 % desde 2010, mientras que los recursos de los 3.500 millones más pobres han disminuido el 41 %.
Por su parte, Credit Suisse, una de las instituciones financieras más importantes de Europa, publicó el año pasado su “Informe sobre Riqueza Global 2015”, en el cual llegó a la conclusión de que el 1% de la población mundial tiene casi tanto patrimonio como el resto del mundo. Siempre se ha hablado de la enorme riqueza de unos pocos, pero en 2015, por primera vez, los denominados ultrarricos (el banco considera ultrarricos a quienes poseen más de 1 millón de dólares. Se trata de solo 34 millones de personas que, juntas, tienen 113 billones de dólares, es decir, 45% de la riqueza global) reúnen casi tantos activos como el 99 % restante de la humanidad.
Fuente: informe de Credit Suisse sobre la riqueza global 2015
Oxfam considera que medidas contra la evasión fiscal deberían formar parte de acciones para combatir la desigualdad, junto con un aumento de la inversión en servicios públicos y un incremento de los ingresos de la población que menos gana.
En 2015, los Gobiernos del G20 decidieron tomar medidas a partir del acuerdo del proyecto BEPS, para reducir la evasión y elusión fiscal de las multinacionales. No obstante, estas medidas apenas ayudarán a los países más pobres e ignoran en gran medida el problema de los paraísos fiscales.
Se estima que, en todo el mundo, hay un total de 7,6 billones de dólares de patrimonio financiero individual ocultos en paraísos fiscales. Si se tributaran los beneficios que esta riqueza genera, los Gobiernos recaudarían 190.000 millones de dólares más al año.
Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional, considera que “no podemos aceptar que la mitad más pobre de la población mundial posea la misma riqueza que un puñado de personas ricas que cabrían sin problemas en un autobús”.
“La preocupación de los líderes mundiales sobre la creciente desigualdad todavía no se ha materializado en medidas concretas para contrarrestarla. El mundo es mucho más desigual, y la tendencia ascendente de la desigualdad se está acelerando. No podemos seguir permitiendo que cientos de millones de personas padezcan hambre mientras que las élites económicas absorben los recursos que podrían ayudar a estas personas a salir de esa situación”, afirma Winnie Byanyima