Después de 57 años de espera, finalmente Colombia obtiene por segunda vez en la historia la corona de Miss Universo, un reconocimiento esperado por muchos colombianos, tras varios años de finalistas que terminan felicitando a otras.
Foto: www.flicker. com Autor: Adriana Spaca
Escoger la mujer más bella del mundo es una tarea que divide opiniones, entre banalizar la imagen o exaltar la belleza femenina, los concursos de belleza son eventos que generan millones de espectadores, más aún si trata de un certamen mundial.
A pesar de que las mujeres colombianas son consideras de las más bellas del mundo y esto sea motivo de orgullo para algunos, también hay referencias por las que se asocia a Colombia, que por el contrario son motivo de tristeza. La asociación con el narcotráfico, la prostitución y el conflicto interno del país, aunque es una percepción que en los últimos años ha disminuido, aún es un estigma a nivel mundial.
La coronación del domingo 25 de enero despertó un patriotismo suscitado entre los colombianos, que con bombos y platillos recibieron la noticia, Paulina Vega Diepa, una barranquillera de 23 años fue coronada como la mujer más bella del universo. Y no sólo los colombianos se interesaron por esta noticia, de acuerdo o no con la celebración de certámenes de belleza, los ojos del mundo estaban puestos en la trasmisión del concurso internacional.
Para el domingo en la noche el logro de Paulina Vega ya tenía alcance, la Miss Universo hizo que en Google se buscara sobre Colombia. Las búsquedas relacionadas con ‘Colombia’ a nivel mundial se duplicaron entre el domingo y lunes pasados, lo que muestra que el triunfo de la señorita Colombia tuvo un impacto significativo en el posicionamiento del país a nivel mundial, según señaló Google. “Entre el domingo 25 y el lunes 26 de enero, las búsquedas relacionadas con ‘Miss Universo’ en Google a nivel mundial aumentaron cerca de 800%, mientras que las relacionadas con la ganadora, ‘Paulina Vega’ crecieron alrededor de 3.200%”, indicó el buscador.
Durante los últimos años, el país ha emprendido numerosas campañas internacionales creadas para cambiar la percepción que se tiene sobre Colombia. A través de iniciativas como “El riesgo es que te quieras quedar” o “Colombia es realismo mágico”, se pretende llamar la atención sobre los paisajes y la diversidad cultural, con el fin de cambiar la asociación con la violencia.
Según analistas, el hecho de haber ganado la corona pone en la mira del mundo a Colombia, lo que se traduciría en el aumento de turismo y como consecuencia incrementaría las ventas y el comercio. Paulina Vega podría ser una embajadora de las campañas emprendidas por el país. Aunque no genere un gran impacto en el mercado, poner a sonar el nombre del país a nivel internacional es un hecho que ningún economista rechazaría. Así lo explica Orlando Santiago, gerente y analista de Fenix Valor.
El economista afirma que el hecho de que una barranquillera luzca la apetecida corona “tendría implicaciones, más adelante, en términos de inversión extranjera”. En su opinión, Paulina Vega puede lograr que muchas personas en el mundo se pregunten por Colombia e intenten conocerla, lo cual también beneficiaría al turismo nacional.“Es una noticia emocional y positiva que le genera tranquilidad a los colombianos”, asegura el analista, quien aclara que “en términos reales de mercado no genera ningún impacto”; lo que sí sucede con el fútbol.
Haber obtenido el título de Miss Universo, también se asocia con la forjada imagen optimista que se proyecta por las negociaciones del proceso de paz. A lo largo de los años varios analistas han coincidido en que el preciado título no sólo se obtiene por la belleza, sino por la situación política y económica del país al que se representa. Los reiterados triunfos de las venezolanas como las mujeres más bellas del mundo se han relacionado con el interés de Estados Unidos por el petróleo.
Polémico o no, el triunfo de Colombia en el Miss Universo ha generado orgullo entre los colombianos, y tal vez cambie en mayor medida la percepción de los extranjeros sobre el país.