Si bien Pinochet cometió atrocidades durante el régimen militar, también se dieron cosas positivas durante su gobierno, tales como una gran reforma económica en el manejo militar, se hizo cargo de un país con su economía desintegrada y virtualmente quebrado, ya que sus activos no alcanzaban para hacer frente a las deudas adquiridas, por lo que se inició un proceso de saneamiento, optando por la implementación de un modelo de libre mercado y la adopción de un programa que se basó en cuatro aspectos fundamentales:
La Apertura Económica
Hacia fines de 1973 la economía chilena estaba cerrada al exterior con aranceles de importación que promediaban el 105% y la prohibición de importar gran cantidad de productos. Ya en 1977 el arancel se había uniformado en 10%, lo que significó que el aparato productivo comenzara a enfrentarse a la competencia externa, situación desconocida para el país desde hacía varias décadas. Si bien este enfrentamiento fue difícil, hoy en día importantes sectores de la economía lideran este proceso, siendo los principales generadores de divisas y han posicionado a Chile en el liderazgo en exportaciones mineras, frutas, salmones y vino entre varios otros productos.
Ordenamiento Fiscal
El déficit fiscal alcanzó más del 30% a finales del gobierno de Allende. Los gastos públicos, que ascendieron al 41% del PIB en 1973 se redujeron 20% en el año 1989. Así, mientras se recuperaban los ingresos, el desequilibrio fiscal disminuyó a un 2% del PIB en 1975. Este proceso de reordenamiento no sólo contempló recortar gastos innecesarios, a su vez, exigió cambiar la institucionalidad que regía a este sector y esto se tradujo en una norma vigente hasta estos tiempos que obliga a que todo gasto público tenga su correspondiente financiero, sin poder provenir a préstamos del Banco Central.
Autonomía del Banco Central
Se otorgó autonomía al instituto emisor en las políticas monetarias y cambiarias, esta independencia con respecto al Presidente de la República, impidió el manejo político de la institución con fines electorales o de apoyo a la política económica del Ejecutivo.
Privatizaciones
La implementación de estas reformas fue de enorme importancia en cuanto a que contribuyeron a lograr los aumentos de productividad necesarios para sostener la expansión económica en el largo plazo. Las privatizaciones permitieron, entre otros, la creación de nuevos puestos de trabajo y permitió a los consumidores chilenos acceder a bienes y productos de mejor calidad a precios más bajos gracias a la competencia existente.
No todo durante el gobierno militar fue negativo, lo que sucedió es que sobresalió más la imponencia y la fuerza de Pinochet debido a la difícil época que se estaba viviendo, antes venían con una economía desequilibrada, en cambio, cuando ocurrió el golpe de estado, Pinochet se encargó de restablecer y reordenar todo especialmente en la economía. Los analistas dicen que quizás no fue la manera correcta de haber solucionado los temas de una forma totalitaria y abrupta pero a la larga su gobierno dio resultados positivos y mejoró sectores de la economía tales como la agricultura, la minería, el sector energético y las telecomunicaciones.