La evolución del trabajo a lo largo de las décadas ha sido fundamental para el desarrollo de nuevas tendencias y comportamientos sociales. En la actualidad, hablamos de la generación “fluida”, que representa a jóvenes con grandes aspiraciones, muchos de los cuales ya tienen su propia empresa o están en proceso de crearla. Sin embargo, este fenómeno es el resultado de un largo proceso que comenzó en la forma de trabajar durante los años 60 y 70.
Reglas Claras y Estructura Laboral
En las décadas de los 60 y 70, la vida laboral estaba regida por reglas muy claras. El espacio de trabajo se limitaba a la oficina, las responsabilidades eran individuales y específicas, y se establecían horarios estrictos para el inicio y fin de la jornada laboral.
Contexto Histórico
Los hechos históricos que precedieron esta época, como la Guerra de Corea, la firma del Pacto de Varsovia, la Segunda Guerra Árabe-Israelí y la formación de la organización terrorista ETA, influyeron en la forma de trabajo de ese entonces. Además, al ser un periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial, las personas veían en las empresas un reflejo de estabilidad y éxito. Aquellos que iniciaban su carrera en una compañía, en la mayoría de los casos, permanecían en ella de por vida.
Modelos Jerárquicos y Experiencia
En los años 70, surgieron los modelos jerárquicos lineales. Ser un buen empleado y responder a estas estructuras era esencial para la vida laboral. Los trabajadores más veteranos enseñaban a los más jóvenes, ya que la experiencia laboral era clave para el crecimiento dentro de una compañía. La experiencia laboral demostraba las capacidades y aptitudes de los trabajadores al enfrentar los desafíos de sus organizaciones.
Calidad de Vida Laboral
Fue también una época en la que comenzaron a desarrollarse movimientos enfocados en la calidad de vida laboral. Conceptos como satisfacción, motivación, humanización y necesidades personales empezaron a ganar importancia.
Status Social y Vida Personal
Tener un empleo confería un estatus social y se consideraba un medio para integrarse en la sociedad. El trabajo era el primer paso para casarse y formar una familia, y se mantenía separado de la vida personal. El sentido de disciplina y honra llevaba a trabajar arduamente, sacrificios que garantizaban el sostenimiento de la familia.