Por fuera del análisis específico de sectores, si la política arancelaria continúa y con ella acciones de represalia a nivel global, estamos ante una recesión global.
Un escenario de recesión implica que nuestros socios comerciales tendrán menos capacidad de demandar nuestros productos e incluso menos capacidad de vendernos. Lo anterior aplazaría la recuperación económica que estaríamos viendo en Colombia en el presente año.
Las presiones inflacionarias que tendrá EE.UU. llevará a que no se moderen sus tasas de interés, generando presiones al Banco de la República de Colombia a que sea cauto en su política de relajación. En otras palabras, se mantendrían las tasas altas este año.
Desde nuestra visión, esta es una nueva etapa de la política “bully” de EE.UU., con la cual busca negociar elementos geopolíticos, incluidos el comercio (que los países le quiten aranceles a EE.UU.). Aspectos como, materializar la posesión de minerales de Ucrania, retiro de China del canal de Panamá, Groenlandia, acuerdos con Rusia, tráfico de drogas y migración. En la medida en que se logren pactos con los países en estos aspectos, los aranceles se irán moderando y/o retirando (de hecho, actualmente ya vemos movidas en este sentido).
La volatilidad en tasa de cambio se mantendrá, pues principalmente China se apalancará de depreciar su moneda, poner aranceles a EE.UU., hacer alianzas con Japón y Corea del Sur (aliados tradicionales de EE.UU.) y abrir su comercio con los países más afectados para ganar poder geopolítico con los mismos.