Pendiente de revelarse los datos de crecimiento económico de 2022, se estima que Latinoamérica se expandió al 3,3%, y pese a las afectaciones que se tendrán en 2023 por las condiciones externas adversas, la región mantendrá resultados positivos del 1,1%, siendo menor, pero no habrá recesión (Desafíos Empresariales y Cómo Sortearlos Según los CEO’s de la Región (Video y Podcast)).
En el largo plazo, Latinoamérica enfrentará retos para el crecimiento asociados con la menor demanda global, contracción en niveles de liquidez bancaria, mayores protestas sociales y corrupción. Sin embargo, la posición geográfica favorable con EEUU y las oportunidades con la transición energética permitirán, a partir de 2024, crecer a una media anual del 3%.
Los efectos en economía se trasladan al mercado financiero, vimos en 2022, con datos de S&P Global Markets, 718 acuerdos de fusiones en adquisiciones en la región que representaron inversiones por usd 42,9 billones, lo que significó una caída del 29% en volumen y 40% en valor frente al 2021.
El principal reto para el crecimiento de la región será el manejo de las protestas sociales. Específicamente, con gran cantidad de países en Latinoamérica dependientes de la agricultura y las actividades extractivas, la regulación para energías limpias incrementará el conflicto social (Países Más y Menos Vulnerables al Cambio Climático (Infografía)).
Iniciativas mineras y de hidrocarburos tendrán gran oposición en lugares como Argentina, Colombia, Ecuador, México, Perú y Brasil, incluso proyectos de energías renovables están teniendo oposición de comunidades indígenas en Guatemala
