- Se presentan alertas en hidrocarburos: de momento no hay suficiente gas natural local disponible para venta firme que cubra la totalidad de la demanda durante el próximo año. Respecto al carbón, existe recelo ante la inestabilidad jurídica por la prohibición de exportaciones a Israel y el aumento de gravámenes a esta actividad.
La economía es el motor que impulsa el desarrollo del país, sin embargo, está sujeta a constantes cambios y transformaciones. Comprender las dinámicas que están en juego en los diferentes sectores económicos es esencial para identificar nuevas oportunidades de inversión, emprendimiento y crecimiento. En este artículo, te proporcionaremos un análisis de algunos de los sectores que requieren mayor atención, permitiéndo tomar decisiones acertadas en un entorno económico cada vez más complejo.
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Sectores en alerta
Carbón: tras la prohibición del Gobierno a las exportaciones de carbón térmico hacia Israel, la Asociación Colombiana de Minería (ACM) alertó que esta medida podría impactar la recaudación de impuestos y regalías en aproximadamente $650.000 millones. En particular, los departamentos del Cesar y La Guajira enfrentarían un impacto significativo, al dejar de recibir más de $100.000 millones. Este ingreso fiscal es comparable al 31,0% de la contribución total en impuestos por parte del sector TIC y al 20,0% de lo que aporta el sector de la construcción. Además, la medida genera incertidumbre respecto a la estabilidad jurídica para invertir en Colombia. De hecho, el Consejo de Empresas Americanas (CEA) ha manifestado que, al no tener en cuenta estas obligaciones, la implementación del decreto podría provocar el incumplimiento de acuerdos internacionales, como el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, debilitando la confianza de los mercados e inversionistas de ese país.
También, el presidente Gustavo Petro ha manifestado la intención de aumentar el gravamen a la actividad carbonera en la nueva reforma tributaria impulsada en su gobierno, de manera que el sector pasaría de un tope de 10,0% en la sobretasa aplicable a una del 15,0%. Adicionalmente, habría ajustes en la base gravable del impuesto al carbono con el que contribuye el sector carbón.
Lácteo: según la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) ha transcurrido casi año y medio en el que el precio que reciben los productores del sector ha disminuido más del 16,0%, mientras que el precio para los consumidores sigue sin mostrar señales de baja. A agosto, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la leche líquida aumentó un 0,4% anual, lo que ha ampliado la brecha entre lo que se paga al ganadero y lo que se cobra al consumidor.
Aunque el precio regulado de la leche en el mercado formal gira alrededor de los $1.757 por litro, los productores informales se ven obligados a venderla a precios que varían entre $1.600 y, en algunos casos, menos de $900. Esta situación está impidiendo cubrir sus costos de producción, lo que agrava aún más la crisis. La situación es particularmente relevante si se tiene en cuenta que alrededor del 45% del sector lechero opera de manera informal.
Gas natural: según las cifras del Gestor del Mercado, no habrá suficiente gas natural local disponible para venta firme que cubra la totalidad de la demanda esencial de hogares, comercios, vehículos e industrias durante 2025 y 2026. El gas natural es el energético más empleado por las industrias, representando el 32,0% del total. En ese sentido, varias agremiaciones aseguran que la escasez de gas natural obligaría a gran cantidad de empresas a volver al uso de combustibles que generan mayores niveles de emisiones, y al cierre de plantas claves como las productoras de fertilizantes, transcendentales para la seguridad alimentaria. Lo anterior, a su vez generaría impactos importantes en el empleo y la inflación, dada la relevancia de la industria en el mercado colombiano.
Piscicultura: el precio de la trucha ha registrado importantes aumentos en los últimos tres años, lo que ha llevado a más pescadores a aventurarse en su producción. Como resultado, los niveles de producción han ido en aumento, generando una sobreoferta que ha hecho retroceder, durante los últimos meses, la ganancia en precios. En adición, las exportaciones se han reducido casi un 30,0% respecto al volumen exportado en 2023 para estas mismas fechas.
Adicional de estas actividades, las agremiaciones del sector energía han advertido que, para 2026, no habría suficiente capacidad de energía firme para satisfacer toda la demanda, y a partir de diciembre de 2028, en caso de fenómenos como El Niño o sequías, podría haber racionamientos de energía. De acuerdo con los administradores del mercado eléctrico XM, los embalses alcanzaron niveles críticos en abril, por debajo del 30,0%, lo que genera un riesgo de escasez de energía hidroeléctrica entre diciembre de 2024 y enero de 2025.
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