El futuro estratégico del país se define en el Plan Nacional de Desarrollo formulado por el DNP. Jorge Iván González, su director, ha anunciado que el eje del plan estará en cambiar la estructura productiva y de consumo de Colombia; buscando aumentar la generación de empleo, disminuir el impacto ambiental y fomentar el ahorro.
La materialización del Plan Nacional de Desarrollo requiere de la labor legislativa de los ministerios y de los recursos fiscales del país.
Los recursos fiscales dependen de la reforma tributaria liderada por el ministerio de Hacienda, en cabeza de José Antonio Ocampo, donde se advierten riesgos sobre la capacidad de crecimiento futuro del país al mantener una elevada carga tributaria a las empresas y crearles impuestos sectoriales.
El sector minero energético tendrá importantes inversiones en energía solar, eólica, hidrógeno y en la materialización de 180 contratos de exploración petrolera firmados. Sin embargo, es probable que no compense las inversiones que se dejarán de hacer en nuevas exploraciones, fracking y con la posibilidad de importar gas desde Venezuela ante escasez de reservas.
El éxito del programa “Mi Casa Ya”, que facilitó el acceso a vivienda de los colombianos, se mantendrá en el nuevo gobierno, dando mayor énfasis a la ruralidad y complementando con planes de agua potable y saneamiento. Sin embargo, el monto de los subsidios dependerá de la prioridad de recursos que se destinen desde la reforma tributaria.
Otro de los sectores con alta inversión es la infraestructura de transporte, esta también dependerá de los recursos de la reforma tributaria. El ministerio tendrá como foco el desarrollo de una política de integración de todos los territorios, revitalizar el transporte férreo y fluvial, y dar énfasis a las vías terciarias.
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