El sistema de salud de Colombia enfrenta una crisis financiera, con pasivos acumulados de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) que superan los $32,9 billones a diciembre de 2024.
Según un informe de la Contraloría General de la República, la salud de la mayoría de los colombianos está en manos de EPS sin solidez financiera. De las 29 EPS activas, solo 6 cumplen con los requisitos financieros (Capital mínimo, regímenes de reservas técnicas y patrimonio), cubriendo apenas al 10,9% de los afiliados. Esto significa que el 89,1% restante de la población es atendido por entidades que no garantizan su respaldo económico.
La crisis se refleja también en una siniestralidad promedio del 110,1%, lo que indica que los costos de los servicios de salud superan los ingresos de las entidades. Además, las deudas con gestores farmacéuticos ascienden a $2,8 billones, lo que afecta aún más el panorama financiero del sector. El informe de la Contraloría también señala que las intervenciones realizadas por la Superintendencia Nacional de Salud no han sido efectivas para resolver los problemas estructurales de las EPS.
Te puede interesar: Hospitales públicos en riesgo por deudas de $17 billones