El presidente Gustavo Petro, en un movimiento significativo hacia la diversificación energética y la sostenibilidad, ha dado luz verde a la implementación de proyectos de hidrógeno blanco en el país. Este nuevo decreto, promulgado el miércoles 27 de diciembre, asigna al Ministerio de Minas y Energía la tarea de otorgar autorizaciones cruciales para la exploración y explotación de este recurso químico clave de acuerdo con El Heraldo.
El documento establece los lineamientos, condiciones y requisitos técnicos para la evaluación, exploración y explotación del hidrógeno blanco y otras sustancias asociadas. Además, se enfoca en garantizar altos estándares de calidad y seguridad, haciendo hincapié en el cumplimiento de las normas técnicas nacionales e internacionales pertinentes.
Dentro de estos requisitos técnicos se abordan aspectos fundamentales como las pautas para estudios de evaluación, condiciones financieras y técnicas para los interesados, así como los procedimientos para asignación y modificación de autorizaciones.
El decreto también detalla directrices técnicas para operaciones cruciales como la perforación, inyección, taponamiento y cierre de pozos, priorizando las mejores prácticas para salvaguardar el entorno ambiental y cumplir con las normativas nacionales e internacionales aplicables.
Los proyectos de hidrógeno blanco se basan en la producción de hidrógeno mediante la electrólisis del agua utilizando fuentes renovables como la energía solar o eólica. Esta tecnología divide el agua en hidrógeno y oxígeno, siendo el hidrógeno generado “verde” o “limpio” cuando se utiliza electricidad de fuentes renovables, lo que garantiza una producción sin emisiones de carbono.
Es esencial diferenciar el hidrógeno blanco del verde, ya que el primero se obtiene a través de la reforma del gas natural con tecnologías de captura y almacenamiento de emisiones de carbono, aunque su proceso genere menos emisiones que el hidrógeno tradicional derivado de combustibles fósiles sin captura de carbono.
Estos proyectos apuntan a desarrollar tecnologías para producir hidrógeno de manera más limpia y sostenible, reduciendo así la dependencia de los combustibles fósiles. Además, contribuyen significativamente a la transición hacia una economía más limpia y basada en energías renovables, impulsando el compromiso de Colombia con la mitigación del cambio climático y la promoción de la sostenibilidad energética.
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