El sector arrocero colombiano enfrenta desafíos este año a medida que el fenómeno de El Niño se cierne sobre el país. Tras un 2023 marcado por un aumento del 10,3% en el área sembrada de arroz, alcanzando las 589,8 mil hectáreas, los agricultores ahora se enfrentan a la incertidumbre climática.
A pesar de los precios internacionales favorables y los aumentos en la siembra en departamentos clave como Casanare, Tolima, Meta y Huila, el rendimiento del arroz mecanizado disminuyó un 9,6% en 2023. Esta situación se agrava con la presencia del fenómeno de El Niño, conocido por generar sequías y altas temperaturas.
En este 2024 se espera que los rendimientos pudieran reducirse aún más, con informes que indican disminuciones promedio del 20,0% al 30,0% en áreas sembradas durante el segundo semestre de 2023. Aunque las existencias de arroz al inicio del año proporcionaron un cierto alivio, las siembras previstas están en riesgo debido a la dependencia del régimen de lluvias en el 70,0% del área arrocera del país.
Si bien no se anticipan grandes alzas en los precios para el consumidor, la posibilidad de un Fenómeno de El Niño intenso plantea serios desafíos para la disponibilidad del grano y la estabilidad económica del sector arrocero colombiano. Los agricultores enfrentarán una temporada difícil, especialmente en regiones como el Centro, Los Llanos, el Caribe Seco y el Caribe Húmedo, donde las condiciones climáticas adversas pueden exacerbar los problemas de rendimiento.
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