El arroz, fundamental en las dietas de miles de millones de personas en Asia y África, se encuentra frente a una explosión de precios de acuerdo con la Asociación de Exportadores de Arroz de Tailandia, escalando al 38% en el transcurso de este año.
Las causas de esta escalada se deben a diferentes razones; India principal exportador de arroz, ha restringido sus exportaciones disminuyendo así el suministro global. Este escenario se ve agravado por condiciones climáticas adversas que amenazan la producción, generando preocupaciones sobre la disponibilidad futura. La restricción de India a las exportaciones ha llevado a naciones preocupadas por la seguridad alimentaria, como Indonesia y Filipinas, a buscar acuerdos con Tailandia e India para asegurar su suministro.
La preocupación se intensifica ante la aparición del fenómeno El Niño, que ya está causando estragos en Asia. El impacto de El Niño se manifiesta con la sequía, afectando la producción y elevando el temor a una crisis de escasez de arroz, esta situación ha llevado a países como Vietnam a instar a los agricultores a adelantar sus siembras para mitigar la escasez de agua.
Asia, epicentro de la producción y consumo de arroz, está emitiendo advertencias sobre el impacto inminente. Indonesia, principal importador, ha reportado un ligero impacto en la producción, mientras que Filipinas está adoptando medidas para apoyar a los productores frente a las adversidades climáticas.
El precio del arroz no es solo una preocupación local; tiene ramificaciones globales. El aumento de los precios puede avivar las presiones inflacionarias y afectar las facturas de importación para países dependientes de este grano básico.
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