La Comisión Europea impuso aranceles a los vehículos eléctricos importados de China, una medida que recaudará más de 2.152 millones de dólares anuales. A pesar de las advertencias del gobierno alemán sobre una posible guerra comercial con Pekín, Bruselas aplicará aranceles adicionales de hasta el 25% a partir del próximo mes. Según la Comisión, los fabricantes chinos se benefician de subvenciones que perjudican a sus competidores europeos.
Esta medida, apoyada por Francia y España, pretende recaudar miles de millones de euros para la UE en medio del aumento de las ventas de vehículos eléctricos chinos. En 2023, China exportó 10.761 millones de dólares en coches eléctricos a la UE, duplicando su cuota de mercado al 8%.
Pekín ha amenazado con represalias, mientras intenta persuadir a las capitales de la UE para que se opongan a los aranceles adicionales. Actualmente, China aplica un arancel del 15% a los vehículos eléctricos europeos. Alemania, Suecia y Hungría han mostrado su desacuerdo con la medida por temor a represalias chinas. El canciller alemán, Olaf Scholz, advirtió que “el aislamiento y las barreras aduaneras ilegales encarecen todo y empobrecen a todos”.
A pesar de las presiones del gobierno alemán, la Comisión Europea planea aumentar los aranceles a aproximadamente el 35%, una cifra menor comparada con el 100% impuesto por Estados Unidos. Estos aranceles afectarán a productores chinos como BYD y SAIC, así como a empresas como Tesla, que tienen fábricas en China.
El Instituto Kiel concluyó que un arancel adicional del 20% reduciría las importaciones de coches eléctricos chinos en un 25%. La Comisión Europea espera que los vehículos eléctricos chinos alcancen una cuota de mercado del 15% en la UE el próximo año.
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