Luego de que la Federación Nacional de Cafeteros prendiera las alarmas en 2017 ante la falta de mano de obra para las cosechas, los venezolanos presentaron un alivio. De acuerdo con el Gerente del Gremio, Roberto Vélez, “tradicionalmente lo que hemos tenido es un déficit de recolectores de café y la llegada de venezolanos lo ha reducido”.
En 2017 faltaban cerca de 60 mil recolectores, equivalente a un déficit del 40%. Esta situación generó que se perdiera mucho producto. Para que esta situación no se repita, el dirigente les extendió una invitación a los venezolanos diciendo: “bienvenidos todos los que nos quieran acompañar en la recolección de la cosecha. Esa es una oportunidad importante de generar ingresos extras y los cafeteros necesitamos la mano de obra para recolectar nuestro producto”.
Pese a esto, los productores están produciendo a perdida ya que los costos de producción superan al precio de venta en el mercado. Según Luis Miguel Ramírez, presidente del Comité de Cafeteros de Risaralda, “el negocio dejó de ser rentable porque en este momento producir una arroba de café vale un poco más de 75 mil pesos, pero están pagando por ella menos de 70 mil”.
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