La disminución en la producción de carbón en Colombia podría representar pérdidas para la Nación de entre $1 y $2 billones, según estimaciones recientes. Esta situación responde a la decisión de la multinacional Glencore de reducir en un 50,0% la producción en la mina El Cerrejón, que equivale entre 5 y 10 millones de toneladas métricas.
Según el diario El Nuevo Siglo, este ajuste se debe a la caída en los precios internacionales del carbón térmico, reducción de la demanda en mercados clave, también el transporte marítimo se ha vuelto insostenible para el carbón afectando mercados europeos y asiáticos. Además de estos retos, se sumaría lo que dejará de pagar Cerrejón por el impuesto del 1,0% a la exportación de carbón, que decretó el Ministerio de Hacienda en el marco de la conmoción interior en el Catatumbo.
La disminución en la producción no solo impactará los ingresos fiscales, sino que también afectará la economía de la región de La Guajira, donde la minería representa una fuente de empleo y desarrollo clave. A medida que avanza la transición energética global, el sector minero colombiano enfrenta nuevos desafíos. La reducción en la producción y exportaciones de carbón obliga a replantear estrategias económicas que permitan mitigar el impacto de esta situación.
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