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De acuerdo con el informe anual Global Animal Protein Outlook de Rabobank, se prevé que para el 2022 haya presiones inflacionarias para las cadenas de suministro de proteína animal, con alzas en el costo de los insumos, los alimentos para animales, la mano de obra, la energía y el transporte de mercancías. Además de otros cambios y retos relacionados con la transición a proteínas animales más sostenibles, la bioseguridad y la prevalencia del Covid-19.
Sin embargo, se espera que los precios de la proteína animal se mantengan firmes el próximo año respaldados por las continuas restricciones de oferta y el crecimiento de la demanda. Referente a lo último, Rabobank recomienda a las empresas que sus productos y sistemas de producción vayan en línea con las preferencias de los consumidores hacia la sostenibilidad y que estén preparados para un aumento en la demanda que se dará a medida que los países continúen recuperándose del impacto de los cierres ocasionados por la pandemia.
Adicionalmente, la tendencia para 2022 en el mercado de proteínas animales es un crecimiento en la producción que estará impulsado por la carne de cerdo, las aves de corral y la acuicultura.