El precio del aluminio alcanzó un máximo de tres meses ante la escalada de tensiones geopolíticas en Oriente Medio, luego de que Estados Unidos realizara ataques aéreos contra instalaciones nucleares en Irán. El temor de los inversores a una interrupción en el suministro de energía y del propio metal impulsó el alza en los mercados.
Según el diario La República, el aluminio llegó a cotizarse en US$2.654 por tonelada, para luego estabilizarse en US$2.584, lo que representó un aumento del 2,7%. La preocupación creció tras las advertencias del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre la posibilidad de nuevos ataques en la región. El alza de precios responde a dos factores clave. Primero, el costo de la energía, que puede suponer hasta un 45,0% de los gastos de fundición del aluminio. Segundo, el riesgo logístico, ya que Oriente Medio produce casi el 9,0% del aluminio mundial y un eventual bloqueo del estrecho de Ormuz podría paralizar los envíos.
Este nerviosismo también afectó a otros metales industriales. El zinc, cuya producción es intensiva en energía, avanzó un 1,8%, mientras que otros metales como el cobre, el estaño y el níquel mostraron un comportamiento mixto, evidenciando la volatilidad que los conflictos geopolíticos generan en los mercados de materias primas.
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