La aerolínea ya había reducido a la mitad su flota y sólo estaba operando con tres aviones con el fin de normalizar un poco su situación financiera, sin embargo, no obtuvieron el aval del Fondo Nacional de Garantías por US $22 millones, como respaldo a una operación crediticia que estaban adelantando.
A partir de las 3:00 pm del 29 de marzo se suspendieron las ventas de tiquetes y se dejó de registrar los aviones de esta compañía en los radares del tráfico aéreo. La situación de la aerolínea empeora la crisis del mercado aéreo colombiano que se está presentando desde hace un mes.
Al respecto, Ultra Air se pronunció manifestando que la suspensión de servicios por parte de Viva es una de las causantes de su difícil situación financiera, ya que “puso en alerta a los proveedores de la industria y a los arrendadores de aeronaves, quienes empezaron a exigir pagos inmediatos e incluso prepagos de los insumos y servicios necesarios para la operación, lo cual no es usual en esta industria”. Además, la firma también comunicó que existen varios factores macroeconómicos adversos como el aumento en los precios del combustible y la tasa de cambio