En el instituto SENA Regional Atlántico, fueron desarrolladas por docentes y aprendices, dos tipos de harina sin químicos, a base de hojas del árbol de moringa y granos de lentejas. Este proyecto nació de una investigación para crear alimentos funcionales y que redujeran el riesgo de contraer enfermedades.
Lilia Almanza, instructora del Centro para el Desarrollo Agroecológico y Agroindustrial de la Regional Atlántico del SENA, declaró que “realizamos una investigación aplicada para la transformación alimenticia para la obtención de alimentos alternativos, inocuos y atractivos para los consumidores, que cada vez más buscan productos sanos. Pero también se realizó pensando en el Plan de Desarrollo del Atlántico y la responsabilidad de promover la seguridad alimentaria y nutricional”.
Ambas harinas son aptas para realizar panes, pandebono, galletas y pasteles, entre otros. Algunas propiedades de estos dos productos desarrollados son:
Harina de moringa: vitamina A, vitamina C, calcio, hierro y proteína.
Harina de lenteja: hierro, magnesio, fósforo y zinc.