La industria panificadora, molinería, confitería de azúcar, bebidas alcohólicas y no alcohólicas colombianas consolidan su presencia en los mercados internacionales. Lo anterior es impulsado por la alta demanda de productos nostálgicos como las galletas saladas y la harina de maíz para arepas. El segmento ha sido determinante para que las ventas externas de la canasta de nostalgia alcanzaran los US$ 555,4 millones entre enero y septiembre de 2025. Registraron un crecimiento del 10,5 % frente al año anterior.
Según la Asociación Nacional de Comercio Exterior de Colombia (Analdex), el volumen total exportado de estos bienes, que agrupa panadería, molinería y confitería, ascendió a 149.141 toneladas. Lo anterior representa un aumento del 7,5%. Estados Unidos se mantiene como el principal destino, apalancado en una base demográfica de más de 800.000 colombianos y 68,1 millones de hispanos. Le siguen mercados como Venezuela y Ecuador.
El dinamismo de la categoría se sustenta en la diversificación de destinos. En seis de los siete principales mercados registraron crecimientos entre el 6,2 % y el 38,2 %. Desde el punto de vista del origen, departamentos como Antioquia y Valle del Cauca lideran los despachos de estos productos de valor agregado.
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